Para comprender mejor las lesiones de luxación de hombro comenzaremos por definirlas.

¿En qué consiste una luxación de hombro?

Hablamos de luxación cuando los huesos de una articulación pierden el contacto entre sí. A nivel de hombro, la articulación más afectada es la glenohumeral, compuesta por la cabeza humeral y la cavidad glenoidea de la escápula. Este tipo de lesión suele tener lugar en accidentes en los que caemos y apoyamos el brazo extendido, por lo que es posible que en deportes de contacto aparezca en algún caso. En el 90% de los casos la luxación suele ser hacia anterior.

¿Qué ocurre dentro de la articulación?

La articulación glenohumeral es una de las articulaciones más móviles del cuerpo. A pesar de estar sujeta por el labrum, estructuras ligamentosas, y estructuras músculo-tendinosas, es propensa a destabilizarse ante impactos directos. Generalmente las luxaciones cursan con distensiones o rupturas ligamentosas y capsulares, desgarros musculares y fasciales, y en los casos más graves pueden producirse lesiones a nivel muscular o nervioso del plexo braquial.

Posibles secuelas tras una luxación glenohumeral

En ocasiones, se pueden producir desequilibrios a nivel miofascial en la musculatura escapular y el manguito rotador, que repercuten directamente sobre el movimiento del hombro, y del brazo. Las distensiones cápsulo-ligamentosas también pueden comprometer la funcionalidad del hombro, generando cierta inestabilidad, y predisponiendo al hombro a padecer futuras luxaciones o subluxaciones recidivantes.

Si el episodio ha cursado con lesión nerviosa, pueden existir ciertas alteraciones de sensibilidad a cualquier nivel del miembro superior, o grupos musculares con déficit de fuerza. Y, por supuesto, todo ello puede llevarnos a padecer dolor de forma persistente o el realizar determinadas prácticas deportivas o actividades de nuestro día a día.

¿Qué podemos hacer desde la fisioterapia?

Desde el punto de vista de la fisioterapia, tendremos diferentes objetivos:

  • Disminuir el dolor.
  • Reequilibrar las tensiones musculares y fortalecer la musculatura que haya podido quedar inhibida o debilitada.
  • Normalizar los rangos de movimiento y la función del hombro.
  • Mejorar la estabilidad articular y la propiocepción del miembro superior.
  • Normalizar la sensibilidad.
  • Readaptar progresivamente la práctica deportiva.

Si os ha quedado alguna duda sobre esta patología o padecéis inestabilidad a causa de una lesión similar, no dudéis en contactarnos.

FisioSalud, Fisioterapia y Osteopatía

Fuengirola

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